jueves, 7 de enero de 2016

SIN DERECHOS PARA LOS PRESOS POLÍTICOS NO HAY CAMBIO EN EUSKALHERRIA.


En las pasadas elecciones generales, el electorado vasco ha dejado bien claro que apoya a opciones que se han manifestado de forma explícita en contra de la actual política penitenciaria; y a favor de terminar con la excepcionalidad, que justifica la vulneración de derechos humanos de los presos políticos vascos, así como de sus familiares y allegados.
Por el contrario, las formaciones políticas que se han mostrado partidarias de mantener la actual política de venganza sobre los presos, y el chantaje político a una parte importante de la sociedad vasca, han sido castigados por el electorado, como es el caso de PP y Ciudadanos; también posturas “confusas”,  como la del PSE, cada vez son menos entendibles a este lado del Ebro.
Evidentemente, el factor “presos” no es el único para explicar los resultados de las generales en la CAV y Navarra, pero sí nos muestra la fotografía clara y contundente de que una inmensa mayoría de la sociedad vasca está por superar la vieja política penitenciaria, anclada en un pasado ya superado.
Se trata, además, de una tendencia en ascenso elección tras elección, y no debería ser ignorada en Madrid por quienes de verdad aspiran  al cambio también en Euskalherria.
Podemos/Ahal Dugu, en los últimos días de campaña, hizo manifestaciones muy rotundas en el sentido de acabar con el alejamiento y otras vulneraciones de derechos de los presos políticos vascos. Ahora es el momento de reafirmarse en ellas si quiere resultar creíble entre su electorado en Euskalherria.
La manifestación del próximo día 9 de enero, en Bilbao y Bayona, puede ser un buen momento para que Podemos visualice su postura en defensa de los derechos humanos de las personas presas a consecuencia de la violencia política en el País Vasco.
De esa forma,  dejará bien sentado que sus declaraciones en campaña iban más allá del mero electoralismo. Pero, sobre todo, será coherente con su ADN (desde el 15M) en el que la defensa de todos los derechos para todas las personas ha sido siempre una de sus señas de identidad.
También otras formaciones políticas como el PNV, tienen una oportunidad de oro para sumarse en esta ocasión de forma explícita, o el PSE, partido donde muchos de sus militantes y votantes no comparten la calculada ambigüedad de sus dirigentes en este tema.
La oportunidad es idónea, pues quienes organizan la manifestación han dejado bien claro su carácter apartidista,  con su llamamiento a que acudan  todas las personas por encima de su ideología, y por la adhesión de personas de distintos ámbitos sociales, políticos, culturales…
La defensa de los derechos humanos de todas las personas,  sin discriminación de ningún tipo, debe dejar de lado el debate partidista  y convertirse en una reivindicación propia de cualquier demócrata.
Es evidente que las personas presas a consecuencia del conflicto violento en el País Vasco están siendo discriminadas y también vulnerados sus derechos fundamentales, expresados en la legislación internacional de DDHH y también en muchos casos en la propia legislación española.
Derecho a ser tratados de manera digna y humana, incluida la excarcelación de los presos enfermos  graves o incurables, poder cumplir condena en  cárceles cercanas a su lugar de origen,  su derecho a la progresión de grado penitenciario por estudios, trabajo… como  hacen el resto de los reclusos, entre otras conculcaciones flagrantes.
Desde numerosas instancias internacionales, tanto judiciales como políticas, prestigiosas ONGS en defensa de los DDHH…  vienen apuntando en este sentido hace mucho tiempo, recibiendo la callada por respuesta de las autoridades españolas.
El cambio en el Estado español, no lo será si no se atiende a esta cuestión de manera urgente y decidida, o cuando menos será un cambio  que carecerá de cualquier credibilidad en Euskalherria.
Este próximo sábado Bilbao y Bayona serán un reflejo y un termómetro de cómo se posiciona cada cual en este asunto.

Juan Ibarrondo

Escritor.