Ilustración, Isa, de Diagonal.
Decía Chesterton, que lo más increíble de los milagros es que en ocasiones acontecen; y, ciertamente, el cambio en la política española en los últimos tiempos tiene algo de milagroso. En cualquier caso, bienvenido sea: bienvenido el 15M, bienvenidas las marchas de la dignidad, bienvenida la PAH… y el resto de expresiones de descontento organizado que han florecido en el Estado español.
Por
otro lado, la aparición una nueva fuerza política como Podemos no puede ser más
que positiva vista desde una perspectiva soberanista vasca de izquierdas. Por primera
vez en mucho tiempo, un partido con chance de ganar las elecciones en España
habla de derecho a decidir, de proceso constituyente, de Estado plurinacional, y hasta del derecho de
autodeterminación… términos hasta ahora tabú en el lenguaje político mediático de la
villa y corte. Tratándose, además, de un partido favorable al cambio social y la
regeneración democrática, las personas soberanistas de izquierdas de Euskal
Herria sentimos esta brisa del sur como
una caricia agradable en nuestra piel; quizá demasiado encallecida tras tantos
años de cierzo: de luchas y sufrimientos propios y ajenos.