martes, 29 de noviembre de 2011

NOLA ALDATZEN DIREN GAUZAK

“Como cambian las cosas camarada”, cantaba, en euskera y con rabia, el grupo Hertzainak. Estos días, escuchando a Gema Zabaleta, consejera de asuntos sociales del GV, justificar los recortes sociales impulsados por su departamento no pude menos que acordarme de aquella canción, que reprochaba el cambio de chaqueta ideológico de cierto correligionario de la consejera.

La historia se repite. Zabaleta, que en su etapa de parlamentaria en la oposición impulsaba una moción para estudiar nada menos que la viabilidad de la renta de ciudadanía, que se presentaba como adalid del mantenimiento y mejora del estado del bienestar… se dedica ahora a recortar derechos sociales; superando por la derecha hasta a sus homólogos navarros en esto de disciplinar al parado. Semejante cambio de orientación ideológica tal vez no me hubiera sorprendido tanto -pues uno  ya está curado de espanto- si no fuera por ciertos argumentos que ha utilizado la consejera para justificar los recortes.

martes, 15 de noviembre de 2011

ECOCULTURA

En estos tiempos de crisis parece que hablar de cultura -y no digamos ya destinar recursos públicos a la cultura- parece un frivolidad. Sin embargo, si consideramos que la actual crisis económica es sólo la punta del iceberg de una crisis más amplia, que pone en cuestión nuestro modo de vida, llegaremos a la conclusión de que es importante reflexionar sobre la cultura como parte indisoluble de esa sociedad en crisis.
 
¿Cómo sería una cultura que formara parte de una sociedad más sostenible, adaptada al medio, equilibrada y equitativa que la actual? ¿Es posible concebir una cultura ecológica? Un grupo de artistas y creadores, agrupados en la iniciativa Inmersiones 2011, nos hemos puesto a la tarea  de desentrañar algunas de las características de esa nueva cultura  ecológica.
La ecocultura, para ser digna de ese nombre, no debería ser entendida como espectáculo, mera obra pública, mausoleo del dirigente,  recaudadora de votos, o valor refugio del capital.

martes, 8 de noviembre de 2011

EL RELATO

Una vez asumido por la inmensa mayoría de la clase política, y la propia ciudadanía, el hecho de que estamos en un nuevo tiempo tras el fin definitivo de ETA, es el momento de volver la vista atrás y tratar de analizar el conflicto armado durante las cinco décadas en que ha tenido lugar. Será inexcusable hacerlo, aunque sólo sea para hacer frente a las interpretaciones unívocas que tratan de imponerse desde fuerzas poderosas en el Estado Español. Trataré aquí de dar algunas pautas sobre los temas más relevantes que se verán sujetos a controversia.

Lo primero que habría que reafirmar,  a pesar de lo obvio que pueda parecer, es la existencia de un conflicto político previo a la violencia de ETA, del que ésta es consecuencia. Si negamos la existencia de ese conflicto político, simplemente ocultaremos un hecho, evidente y constatable, que nos ayuda a entender sus consecuencias, entre las que se encuentra la lucha armada de ETA. Otra cosa es el debate sobre si el conflicto político justificaba la acción de ETA, pero si negamos la existencia misma del conflicto nos atascaremos en un callejón sin salida.