Pregunté a Zuriñe, “¿qué
tal va lo del 18 de abril?”.
Bien, me contestó con
una sonrisa cómplice, “vamos a montar un eguna”.
Utilizó una frase
mestiza con la que se refería al día de la fiesta y la reivindicación
colectiva. De alguna manera, mi amiga enriquecía así una frase en castellano
con un término en euskera, que había mutado su significado (de día común a día
señalado) al añadirle un nuevo significante surgido de experiencias pasadas.
De la misma forma que
las lenguas; las sociedades, las personas y los pueblos se enriquecen en el
contacto con los diferentes. Siempre, claro está, que exista encuentro entre
iguales y no encontronazo entre dominador y dominado. Y precisamente esto es lo
que se reivindica el 18 de Abril. Y por
eso íbamos a montar un Eguna.