Todo el mundo daba por sentado que el ataque de Munich era un atentado terrorista, una mezcla de informaciones confusas sobre tres tiradores y un estado de ánimo general proclive lo hicieron creer, ahora sabemos que no fue así. También hay serias dudas sobre lo de Niza y sobre los últimos ataques en EEUU...
Cuando otro Alemán, perturbado como éste, estrelló el avión que pilotaba contra los alpes se habló en un primer momento de atentado, y las agresiones sexistas de colonia también se atribuyeron al DAHES... Hasta que la evidencia desmintió una tras otras estas "autorías anunciadas".
El DAHES se convierte así, gracias a los medios de comunicación occidentales y también a sus propios "méritos" claro, en el hombre del saco, el sacamantecas u otros asesinos en serie a quienes se atribuía crímenes propios y ajenos.
Esta conversión evita que analicemos en profundidad las causas de estos hechos, con características comunes, pues es más fácil buscar un archienemigo al que atribuir todos los males, que analizar de forma crítica -por ejemplo- el uso de las tecnologías de la representación de la realidad, las armas y su gran negocio, la extensión de la violencia virtual que deviene real al romperse las líneas que separan la ficción de la realidad, la glorificación de la violencia justiciera en vídeo juegos, cine... En fin una reflexión crítica con una sociedad desmesurada que produce monstruos, una sociedad enferma que produce accidentes íntimos y perversiones brutales...
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