viernes, 19 de abril de 2013

BARUCH SPINOZA SOBRE LA PAZ, EL ESTADO Y LA CORRUPCIÓN

De un Estado cuyos súbditos tienen tanto miedo que no pueden levantarse en armas, no se debería decir que la paz reina en él, sino simplemente que no hay guerra. La paz en realidad no es ausencia de hostilidades, sino una virtud de la cual nace la fortaleza de ánimo (…) A veces también sucede que la paz de un Estado depende solamente de la apatía de sus súbditos, conducidos como si fueran ganado o ineptos. Un lugar de este tipo tendría que llamarse desierto en lugar de Estado”


“En otras palabras cuando decimos que el Estado mejor es aquel en que los hombres viven en concordia, me refiero no a una vida humana definida por la circulación de la sangre y las demás funciones comunes a todos los animales, sino, sobre todo, por la razón, ánimo y vida del espíritu”

“Mientras que un pueblo libre se guía por la esperanza más bien que por el miedo, el que está sometido se guía por el miedo más que por la esperanza”

“El contrato o leyes por las cuales la multitud delega su derecho a una asamblea o a un hombre, deben, sin duda alguna, romperse cuando el bienestar general reclame semejante infracción”

“(Los gobernantes) No pueden hacer el bufón, ni infringir o ignorar abiertamente las leyes de las cuales han sido ellos mismos autores. En ese caso no mantendrían la autoridad, pues no le es posible ser y no ser al mismo tiempo”

“Por último no podrán (los gobernantes) asesinar o robar  a sus súbditos, ni hacerse cómplices de crímenes tan graves, sin que el miedo se cambie en violencia. Y por consecuencia el estado político se transforme en estado de guerra”

Baruch Spinoza
“Tratado Político” (1670 DC)