jueves, 24 de octubre de 2013

TANTAZ TANTA


MANIFIESTO INTEGRO DE LA INICIATIVA TANTAZ TANTA

La operación policial contra la asociación en defensa de los derechos de las personas presas, HERRIRA, supuso -además de una injusticia manifiesta- la constatación de que es imposible poner puertas al campo.

HERRIRA, es algo más que un grupo de activistas de los derechos humanos, es la superficie visible de un mar profundo: pleno de anhelos de justicia y  deseos de paz.

Un mar surcado por corrientes submarinas, que se mueven a distintas velocidades y diferentes profundidades, pero en una misma dirección: la resolución del conflicto y una paz con derechos para todas y todos.  Incluidos, como no puede ser de otra forma, los derechos de las  personas presas por actos de motivación política. Derechos ahora conculcados de forma grave.

La resolución del conflicto exige -además de la voluntad política de solucionarlo- abordar las consecuencias del mismo desde el mayor consenso social posible. En ese sentido, la labor de HERRIRA ha sido considerable y tenaz, pues la búsqueda de mínimos comunes y de consensos sociales ha sido la guía de su actuación estos años.

Tal vez por ello, quienes no están interesados en que la paz se afiance, la eligieron como objetivo de su desmesurada actuación. Sabían que tocando a HERRIRA tocaban un nervio sensible de la sociedad vasca.


Con lo que no contaban, en cambio, era con la madurez política de esta sociedad para dar una respuesta contundente -pero también serena, plural y pacífica- a una actuación: desquiciada, violenta, y atentatoria contra  los derechos civiles y políticos de los detenidos.

Un mar compuesto de innumerables gotas de agua fresca fue la respuesta en las calles de Bilbao; y, como sabemos desde antiguo, no es posible vaciar el mar con una concha, ni doblegar la firme voluntad de un pueblo desde la sinrazón de la fuerza.

Así, que aquí estamos, de nuevo, dispuestos a dar testimonio y  tomar relevo.

El pasado lunes, la Corte Europea de Derechos Humanos, dictaminó la ilegalidad de una de las  vulneraciones de derechos humanos contra personas que continúan -a día de hoy-  encarceladas a pesar de haber cumplido sus condenas.

De no cambiar el gobierno la política penitenciaria de excepción, a buen seguro, esta resolución no será la última. Ni por parte de este tribunal  ni de otras instancias internacionales.

También respecto a otros asuntos, como -por ejemplo- el incumplimiento flagrante de las recomendaciones de Naciones Unidas, la UE, y la propia legislación penitenciaria española,  para que las personas presas cumplan sus penas en cárceles cercanas a sus lugares de origen.  

Entre la comunidad internacional, incluidas cada vez más voces del estado español, se extiende una constatación ya asumida por la inmensa mayoría de la sociedad vasca: No son de recibo medidas excepcionales -que vulneran los derechos humanos de las personas presas-  tras dos años  del cese definitivo de la actuación armada de ETA.  Por el contrario, esta nueva situación exige pasos hacia la distensión y la paz. El respeto a los derechos humanos de las personas presas es un mínimo inexcusable en ese sentido.

Por ello, hemos elegido la ciudad de Gernika -símbolo de la paz y las libertades- para continuar un camino que conduzca a la resolución del conflicto, a una paz con derechos para todas y todos, a una paz sin vencedores ni vencidos.



El acto, público y popular, que da comienzo a esta nueva andadura, tendrá lugar el próximo nueve de noviembre, en  un lugar de Gernika muy especial por su significado: la que fue antigua fábrica de armas ASTRA, hoy reconvertida por la sociedad civil -de forma horizontal y autogestionada-  en fábrica social para la cultura.

Un lugar que habla por si mismo para expresar nuestros sentimientos, razones y anhelos.

De allí, arrancara un camino que continuará el próximo enero en las calles de Bilbao, donde -una vez más- decenas de miles de gotas desbordarán las calles de Bilbao en un mar de esperanza. Decenas de miles de voluntades que renovarán -como las nieves renuevan cada año su compromiso con la primavera- nuestro compromiso  por los derechos humanos, la resolución y la paz:  ¡¡Euskal presoak Euskal Herrira!!