Como
saben ustedes, el 20 de marzo comenzó la primavera. Más allá de consideraciones
románticas, en el campo es tiempo de empezar a
plantar.
En
todas las huertas del país, se realiza un trabajo que dará sus frutos en verano
y otoño. Ese hubiera sido también nuestro deseo en el barrio de Zabalgana;
pero, por desgracia, nos tememos que esta primavera tampoco va a poder ser.
Desde
la asociación Zabalortu, que impulsa la creación de los huertos urbanos en el
barrio de Zabalgana, llevamos varios años intentando que nuestro sueño, -un
sueño que comparte buena parte del barrio- se haga realidad.
Casi
desde el principio de nuestra andadura, escuchamos buenas palabras por parte
del ayuntamiento: el proyecto para instalar unos huertos urbanos autogestionados
en el barrio de Zabalgana se consideró
viable y positivo.
Después,
vino un trabajo fructífero con técnicos municipales, que consolidó el proyecto
con la selección de una parcela, el desarrollo de las normas de uso por parte
del colectivo, la relación con el ayuntamiento…
La
fruta ya parecía estar madura para la primavera de 2013, pero las cosas de
palacio siempre van despacio, y no pudo ser.
De
modo que, por distintos retrasos burocráticos y presupuestarios, el asunto se
fue atrasando hasta este año, cuando ya
dábamos por hecho -y también los técnicos municipales- que por fin el
proyecto Zabalortu se haría realidad.
Parecía
que, tras muchos dimes y diretes, las vecinas y vecinos de este barrio -tan
dejado de la mano del dios consistorial en tantas cosas- al fin podríamos
comenzar a cultivar en la primavera de 2014.
Así
lo aseguraba al menos la moción aprobada por unanimidad por el conjunto de las
fuerzas políticas del ayuntamiento de Gasteiz, y las palabras en ese sentido
del propio equipo de gobierno.
Así
lo indicaba también, el hecho de que el proyecto Zabalortu fuera presentado en
instancias internacionales como unos de los proyectos estrella de la Vitoria green.
Sin
embargo, pasa el tiempo y las intenciones no terminan de concretarse.
Extraoficialmente se nos asegura que la cosa ya está hecha, auque no se sabe
muy bien para cuándo. Oficialmente, seguimos sin saber nada concreto.
No
quisiéramos pecar de desconfiados, pero la experiencia nos enseña que, sin una
sacudida de vez en cuanto, los asuntos del consistorio -o por lo menos
algunos- pueden dilatarse en el tiempo sine die.
Por
ello, hemos pensado en el modo de sacudir un poco el árbol, a ver si finalmente caen las nueces. Lo
haremos a nuestro estilo, en positivo, desde la fiesta y la reivindicación.
Por
eso este domingo de primavera en la parcela destinada a convertirse en huerta, estamos haciendo una
fiesta y una ocupación simbólica.
Queremos
que la gente del barrio conozca la ubicación de los futuros huertos, y algo más
sobre el proyecto para su puesta en marcha. Todo ello en un ambiente de fiesta,
para celebrar también así la llegada de la primavera.
Dicen
que el verde simboliza la esperanza, y que ésta es lo último que se pierde. Las
personas que formamos Zabalortu, no perdemos la esperanza, pero sí queremos
decir, alto y claro, que necesitamos los huertos urbanos prometidos y que los necesitamos ya.
Somos
conscientes, de que los ciclos burocráticos
y los ciclos naturales de las estaciones rara vez coinciden. Aunque no
entendemos por qué los segundos deben siempre supeditarse a los primeros.
Así
que, desde la esperanza aún no perdida, y desde las fuerzas renovadas que nos
inocula la primavera queremos animaros a implicaros en el sueño colectivo de
que Zabalgana tenga, por fin, unos huertos urbanos que sean a la vez lugar de
encuentro y de cultivo, de relaciones y de verduras, para todos y todas.
LUCHA
DURA POR LA VERDURA¡¡