martes, 2 de junio de 2015

ACUERDOS POR LA DIVERSIDAD Y LOS DERECHOS SOCIALES

En el Ayuntamiento de Gasteiz

En un artículo de opinión, aparecido en este medio antes de las elecciones,  hablaba del racismo como una patología social, y consideraba que en Gasteiz estábamos ante una situación de alerta que exigía una urgente “campaña de vacunación”. Los resultados electorales del 24 de mayo indican que la “epidemia” estaba más extendida de lo que pensábamos; y que, por tanto, las medidas profilácticas deben ser más intensas.
La sociedad civil llevó adelante, a través de la plataforma Gora Gasteiz, una campaña de sensibilización frente al racismo, tanto en su vertiente popular como institucional: con gran éxito de participación, calidad en el debate, novedosas fórmulas comunicativas…
A la vista está, que no ha sido suficiente para evitar que los gérmenes del racismo y la xenofobia continúen propagándose por la ciudad; y vaya por delante que no quisiera que estas palabras se tomaran como una descalificación ni ofensa contra nadie.  
Sin embargo, no debemos pensar por ello que la campaña de Gora Gasteiz fue un fracaso, todo lo contrario. La plataforma ha logrado dos éxitos indudables: por una parte ha conseguido  crear conciencia anti racista en buena parte de la ciudadanía;  y por otra, ha aislado políticamente a quienes utilizaban argumentos basados en el discurso del odio para conseguir apoyos electorales.
El recurso  de fomentar el odio al diferente como táctica política obtiene normalmente buenos resultados. Lo hemos visto en estos comicios, y no sólo en Gasteiz; y también en distintos lugares de Europa, donde las opciones electorales xenófobas tienden a subir como la espuma de una caña mal tirada.
Además, en muchos lugares, esto da lugar a que el resto de los partidos endurezcan sus criterios en materia de migración y recortes en  derechos sociales. También, en algunos casos, ocasiona que se reproduzcan los argumentos de la extrema derecha xenófoba en partidos usualmente  más moderados.
En Gasteiz, en cambio, no ha sucedido esto. Las fuerzas políticas de la oposición en el ayuntamiento -incluidas las nuevas- han evitado hacer seguidismo en esta materia a las tesis del Partido Popular. Es posible que mantener esta coherencia les haya costado algunos votos; pero, en mi opinión, la gran  mayoría de la ciudadanía agradece su posición firme frente al racismo  y el recorte de derechos.
Ahora, estamos en una nueva tesitura, y a pesar de que el aumento de votos del PP puede llevarnos a una sensación de derrota y bajón moral, tenemos que combatir estos sentimientos, convencidos como estamos de la justicia de nuestros planteamientos.
Esto vale tanto para la ciudadanía en su conjunto como para las fuerzas políticas opositoras del consistorio. Superar el desaliento y dar un paso más en la oposición firme a toda forma de racismo y xenofobia supone, en el caso de estas fuerzas políticas, la capacidad de conseguir acuerdos que hagan posible un ayuntamiento que respete la diversidad y los derechos sociales de todos y todas.
Acuerdos entre diferentes como los que se están dando ya en muchos lugares del Estado español, algunos bien cercanos como el caso de  Navarra.
Los nuevos tiempos requieren soluciones imaginativas a los  problemas de la sociedad, exigen políticos con altura de miras, que pongan los intereses de la ciudad por encima de las estrategias partidistas. 
Necesitamos que, en Gasteiz, los representantes políticos sean sobre todo servidores públicos, en defensa del bien común sin exclusiones.
Ahora mismo, en el consistorio, necesitamos  más de personas capaces de empatía que calculadoras de votos andantes.

  Juan Ibarrondo


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