El otro día, esperaba el autobús bajo la lluvia en una de esas paradas que aún no tienen marquesina. Por pasar el rato, me fijé en un gran anuncio a todo color que se exponía justo al lado. El afiche mostraba un limón exprimido hasta la última gota por un martillo metálico. El lema rezaba: ¡¡exprime tus oportunidades!! Yo pensé en un principio que se trataba del mensaje de algún sindicato, que criticaba con humor negro la situación de precariedad de la juventud; pero no, la cosa iba en serio. La oficina municipal de información juvenil, invitaba a los jóvenes a exprimirse hasta la última gota.
Para cuando llegó el autobús, yo ya estaba empapado. Esbozando una media sonrisa malévola, pensé que, tal vez, el anuncio se refería al recorte del 80% a la subvención de Gauekoak, la conocida iniciativa de ocio nocturno. Una vez en el interior del bus, me puse a ojear el diario y pude leer unas declaraciones de la concejala del ramo que confirmaron mi teoría. En ellas, Encina Serrano exhortaba a las asociaciones que llevan adelante el programa Gauekoak a que busquen financiación privada. Dicho de otro modo, a que se busquen la vida y se expriman a tope, como en el anuncio. Ya avisó Maroto en campaña su intención de dirigir Vitoria como una empresa. Aunque, teniendo en cuenta las cifras de paro juvenil, admoniciones como las de la concejala podrían ser entendidas por sus destinatarios como un ejercicio de cinismo.
Mientras bajaba con dificultad del autobús -que a esas alturas estaba atestado de gente, paraguas, sillas para niño…- recordé cierta charla con un político digamos… conservador. En un momento de la conversación, mientras yo le hablaba de fomentar la participación ciudadana, el me cortó tajante diciendo: “eso de la participación ciudadana es un concepto de izquierdas, a mí háblame de eficacia y de rentabilidad”. En la calle, la lluvia seguía cayendo.